Un acercamiento al Dr. Bach



El Dr. Edward Bach supo desde muy joven que quería ayudar al ser humano.
Se decidió por estudiar Medicina, y si bien basó sus investigaciones en el pensamiento científico, trabajando como inmunólogo y cirujano, no descuidó un acercamiento espiritual de la enfermedad y de los pacientes.


Su principal aporte fue reparar no sólo en los síntomas físicos sino también en los aspectos emocionales y psicológicos de sus pacientes. Para él, el comienzo de la enfermedad es inmaterial. Es en las emociones dónde está la causa que deberá guiar el tratamiento.


Encontró siete grupos de bacterias que relacionó con diferentes enfermedades crónicas con las cuales creó una vacuna. Obtuvo buenos resultados, sin embargo él buscaba un método menos invasivo que el pinchazo de la aguja. Es así que pasan a transformarse en vacunas orales y aún en la actualidad forman parte del Organon Homeopático.


Si bien sus pacientes mejoraron sus estados de ánimo, la recuperación física estaba en un estado de meseta. Resolvió entonces ir al campo en busca de otros remedios: puso su atención en plantas silvestres y descartó plantas alimenticias, medicinales, algas, musgos y líquenes. Fue así como llegó a las flores. 

Regresó a Londres con las primeras tres flores del sistema: Impatiens, Clematis y Mimulus. Las probó como vacunas y tuvo éxito. Luego volvió al campo para completar el trabajo que hoy conocemos: un sistema de curación natural, simple, que no daña, que combate la causa de la enfermedad, trata al paciente en forma integral y le da un remedio personalizado, que proporciona armonía desde adentro hacia afuera, y que ayuda al ser humano a reencontrase con el camino de su alma.


Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *