Cómo preparar una infusión
La infusión es una preparación
similar a un té. El agua debe estar justo por debajo del punto de ebullición,
ya que el agua hirviendo dispersa inestimables aceites volátiles con el vapor.
Es ideal para flores y
hojas. Se debe preparar una cantidad suficiente para poder tomar tres tazas
diarias. Puede beberse natural o caliente.
La proporción es de 30 g
de hierba seca o 75 g de hierba fresca por 500 ml de agua.
Primero se coloca la
hierba en un recipiente y luego se vierte el agua caliente, se deja descansar por 10
minutos y finalizado este plazo se cuela y puede tomarse. Esta bebida mantiene
sus propiedades por un día.